Por nuestra soberanía...

Por nuestra soberanía...
...nunca dejemos en el olvido a nuestros excombatientes...a nuestras Islas

Para conocer a los verdaderos responsables...

Para conocer a los verdaderos responsables...
...por favor...nunca más...

TRABAJO PRÁCTICO MALVINAS: Material para tercer año

Les comparto el link para descargar la presentación en donde se aborda el concepto y la lógica del MAPEO COLECTIVO, punto importante del Trabajo N°3.
Para visualizarlo, haz click aquí.

martes, 20 de abril de 2010

La Revolución Rusa en palabras

TEXTOS: LA REVOLUCIÓN RUSA

"La revolución no ha de significar que la nueva clase gobierne a través de la vieja maquinaria estatal, sino, por el contrario, esta clase tiene que machacar toda esa maquinaria y dominar, gobernar, a través de una maquinaria totalmente nueva" con excepción "del aparato estrechamente vinculado a los bancos"... y que debe ser "arrancado de manos de los capitalistas", no destruido. "
(...) "La maquinaria estatal coercitiva tenía que ser sustituida por una "maquinaria más democrática, pero todavía estatal, en forma de masas de obreros en armas, hasta la participación absoluta del pueblo en la milicia... Todos los ciudadanos [serán] transformados en empleados asalariados del Estado". "Los funcionarios y burócratas de la vieja máquina estatal [serán] desplazados por el mando directo del pueblo o bien puestos bajo control especial, convirtiéndose así en funcionarios elegidos por el pueblo y sujetos a remoción por iniciativa del pueblo." "Bajo el socialismo todos tomarán parte en la obra de gobierno, cada uno a su turno, y pronto se acostumbrarán a no tener por encima de ellos ningún gobierno en absoluto."
(...) "Nosotros podemos poner en pie inmediatamente un aparato estatal de diez millones de miembros, de veinte incluso, un aparato desconocido en cualquier país capitalista. Pero este aparato sólo nosotros lo podemos crear, pues nosotros estamos seguros de la completa y abnegada adhesión de la vasta mayoría de la población." De acuerdo con lo usual en Marx, Lenin llamaba a esa organización estatal que debía ser creada con tal propósito, "la dictadura del Proletariado, es decir, la organización de la vanguardia de los oprimidos como clase dirigente para aplastar a los opresores... Durante la transición del capitalismo al comunismo, la democracia sufrirá un cambio profundo: una inmensa expansión de la democracia, primero, que, por primera vez, será democracia para los pobres, democracia para el pueblo, y no democracia para los ricos; ... supresión por la fuerza, o sea, exclusión de la democracia, para los explotadores y opresores del pueblo".



"Sólo en la sociedad comunista, cuando haya desaparecido toda resistencia de los capitalistas... cuando ya no existan clases (es decir, cuando no existan diferencias entre los miembros de la sociedad) ... solamente entonces habrá completa democracia, una democracia sin excepción ninguna. Y sólo entonces empezará la democracia misma a desaparecer debido al simple hecho de que, libre ya de la esclavitud capitalista... el pueblo se acostumbrará, gradualmente a observar las reglas elementales de la vida social (...) sin subordinacion, sin el aparato especial para la coacción que llamamos Estado."El socialismo reducirá la jornada de trabajo, elevará a las masas a una nueva vida, creará unas condiciones tales para la mayoría de la población que todos, sin excepción, estarán en condiciones de ejecutar 'funciones estatales' o públicas, y esto conducirá a la desaparición completa de toda forma de Estado."

Lenin: El Estado y la Revolución. 1917 (en HILL Christopher: La Revolución Rusa. Ariel 1969. pp.105 a 109).


"Los aspectos decisivos del análisis de Lenin y aquellos a los que él mismo daba una importancia máxima eran su insistencia (en lo cual seguía a Marx) en la necesidad de "destruir" todo rastro del viejo aparato estatal, reemplazándolo por la "dictadura del proletariado", y su nueva concepción de que los soviets eran la maquinaria, el dispositivo político más idóneo para llevar a la práctica la dictadura del proletariado. Los partidos socialdemócratas europeos occidentales se consideraban marxistas, pero Lenin, con razón, afirmaba que habían desestimado el concepto de "dictadura del proletariado" o que, en el mejor de los casos, le habían quitado el vigoroso significado que Marx había puesto en esa expresión deliberadamente provocativa."

HILL Christopher: La Revolución Rusa. Ariel 1969

LAS TESIS DE ABRIL (LENIN. 1917)

1. Nuestra actitud hacia la guerra que, por parte rusa, bajo el gobierno Lvov, dado su carácter capitalista, es una lucha imperialista de expolio, no admite concesión alguna, por pequeña que sea, al "defensismo revolucionario".
A una guerra revolucionaria que justificara realmente el defensismo revolucionario, el proletariado consciente no puede dar su consentimiento más que con las siguientes condiciones:
a) paso del poder a manos del proletariado y elementos pobres del campesinado.
b) renuncia efectiva y no sólo de palabra a todas las anexiones.
c) ruptura con todos los intereses del capital.
2. Lo que de particular hay en la actual situación rusa es el tránsito de la primera etapa de la revolución, que dio el poder a la burguesía (...), a la segunda fase, que debe poner el poder en manos proletarias. Esta situación particular exige de nosotros que sepamos adaptarnos a las condiciones especiales del trabajo del partido en el seno de las masas proletarias, enormes por su número y apenas nacidas para la vida política.
3. ningún apoyo para el gobierno provisional. (...)
4. Reconocer que nuestro partido es minoritario en la mayor parte de los soviets de diputados obreros y ante el bloque de elementos pequeño-burgueses oportunistas.
5. Nada de república parlamentaria, sino república de los soviets de representantes obreros, asalariados agrícolas y campesinos (...)
6. nacionalización de todas las tierras del país, las tierras serán puestas a disposición de los soviets locales(...)
7. (...) Nacionalización de la banca y las grandes empresas.
8. No tomar la instauración del socialismo como nuestra tarea inmediata, sino (procurar) la consecución del control de la producción social y su reparto (...)
9. Tareas del partido:
a) Convocar inmediatamente el congreso.
b) Modificar el programa principalmente sobre:
1. El imperialismo y la guerra imperialista.
2. La actitud hacia el Estado y nuestra reivindicación de un Estado-comuna (según el modelo de la Comuna de París)
c) Cambiar la denominación del partido (en lugar de "social-demócrata", cuyos dirigentes oficiales han traicionado al socialismo en el mundo entero, y se han pasado a la burguesía, debe llamarse "partido comunista").
d) 10. Renovar la Internacional.

EL NUEVO ESTADO SOVIÉTICO

Artículo 1. Rusia recibirá el título de República de los Soviets de obreros, soldados y campesinos. Todo el poder central y local pertenece a estos Soviets.
Artículo 2. La República Soviética Rusa queda fundada sobre el principio de la libre unión de naciones libres y constituirá una Federación de Repúblicas nacionales de Soviets [...]
Artículo 7. El III Congreso de los Soviets de obreros, soldados y campesinos estima que actualmente, cuando se entabla la lucha decisiva del proletariado contra sus explotadores, no puede haber lugar para éstos en ninguno de los órganos del poder. El poder debe pertenecer en totalidad y exclusivamente a las masas trabajadoras y a su representación autorizada, los Soviets de diputados obreros, soldados y campesinos.
Artículo 8. Al esforzarse en crear la unión realmente libre y voluntaria y, por consiguiente, más compleja y sólida de las clases trabajadoras de todas las naciones de Rusia, el III Congreso se limita a asentar los principios esenciales de la Federación de las Repúblicas de los Soviets de Rusia, reservando a los obreros y a los campesinos de cada nación el derecho de decidir libremente en su propio Congreso Nacional de los Soviets si desean, y sobre qué bases, participar en el gobierno federal y en las otras instituciones federales de los Soviets.

Declaración de Derechos del Pueblo Trabajador y Explotado, (1918).

LOS PLANES QUINQUENALES

La tarea principal del plan quinquenal consistía en hacer pasar a nuestro país, con su técnica atrasada, a veces medieval, a la vía de una tecnología nueva, moderna.
La tarea esencial del plan quinquenal estribaba en transformar la URSS de país agrario y débil, que depende de los caprichos de los países capitalistas, en un país industrial y potente, libre e independiente [...].
La tarea esencial del plan quinquenal ... transformar la URSS en un país industrial, en eliminar por completo los elementos capitalistas, en ampliar el frente de las formas socialistas de economía y en crear una base económica para la supresión de las clases en la URSS, para la construcción de una sociedad socialista [...].
La tarea del plan quinquenal consistía en hacer pasar la pequeña propiedad rural fragmentada a la gran economía colectivizada, asegurar por ella la base económica del socialismo en el campo y liquidar así la posibilidad de restauración del capitalismo en la URSS [...].
Todo esto ha conseguido de hecho que los elementos capitalistas hayan sido eliminados de la industria definitiva e irreversiblemente, por lo que la industria socialista se ha convertido en la única forma de industria de la URSS.
Todo esto ha conseguido que al final del cuarto año del quinquenio, hayamos logrado cumplir el programa de conjunto de la producción industrial, establecido hace cinco años en un 93,7 por 100, aumentando así el volumen de la producción industrial en más del triple en relación al nivel de antes de la guerra y más del doble en relación al nivel de 1928.

STALIN, J.: Doctrina de la URSS París, 1938, p. 183.

sábado, 17 de abril de 2010

1820: La Felíz Experiencia - Reformas (Parte 2)

Por otra parte y siguiendo con las medidas implementadas, pasemos al ámbito cultural. Sabiendo de la influencia de las ideas de la ilustración y liberalismo, que habían cruzado el Océano y se habían instalado en esta clase dirigente del Partido del Orden, no nos llama la atención que se intentó secularizar la vida intelectual y cultural, desde la necesidad de someterla al control del Estado.
Con relación a esta necesidad es que a principios de agosto de 1821 se funda la Universidad de Buenos Aires, recién instalados los dos Ministros en el gobierno. Se designó como Rector de la misma al Presbítero Antonio Sáenz, que ya venía trabajando en la organización. Pero como serán las cosas que, luego de un pomposo y imponente comienzo, “la puesta en marcha real de la Universidad de Buenos Aires fue mucho más lenta, al punto que hacia 1824 sólo una parte reducida de ella funcionaba realmente” . El plan inicial del Rector Sáenz, para 1822, fue reducido en una proporción por razones presupuestarias. Sólo a fines de la década de 20, bajo el rectorado de Valentín Gómez, la Universidad se había puesto en marcha.



Con la supresión de los Cabildos, que tenían a su cargo la educación elemental, la enseñanza primaria quedó bajo la tutela de la Universidad de Buenos Aires a través de un departamento específico para tal tarea, el Departamento de Primeras Letras.
Otra innovación, impulsada con la supervisión de la elite intelectual, fue la transformación del Colegio de la Unión del Sur en el Colegio de Ciencias Morales. Éste fue abierto a los jóvenes de las provincias y el gobierno establecía seis becas para cada una de ellas, pero destinadas a los hijos de los ciudadanos beneméritos. También la Biblioteca Pública, fundada en los primeros años de la revolución, fue mudada a lo que comenzó a llamarse la Manzana de la Luces, según la propuesta de El Argos. Seguidamente, para fines de 1821, se fundó por iniciativa de Agüero, la Sociedad Literaria, que funcionaba en una de las salas de la Biblioteca. La misma creó el periódico El Argos de Buenos Aires, y una revista, La Abeja Argentina, relacionadas ambas con los intelectuales de la época y de carácter generalmente progubernamental.
Así, como podemos apreciar, para los primeros momentos de su función, Rivadavia procuraba “reunir en torno suyo una suerte de corte de poetas” , con Juan Cruz Varela, considerado el poeta oficial.
Con respecto a lo religioso, había muchos motivos para efectuar algunas reformas en la Iglesia y especialmente en las Órdenes. Interesaba al Estado, “más que disponer de los bienes de las Órdenes (…), someter a su control la Iglesia, una Institución que – como el Cabildo o el Consulado en otras esferas – había dispuesto hasta entonces de una gran autonomía” . Podemos ver entre líneas, que dentro de este programa de secularización de la vida cultural, se intentaba eliminar poco a poco la influencia intelectual de la Iglesia, figura amenazante para el nuevo orden.
Las Instituciones eclesiales “se desarrollaban con desorden desde que se habían separado de Roma en 1810” . La pregunta sería con desorden, ¿pero para quién? En agosto de 1821 se mandó inventariar los bienes eclesiásticos, se prohibió el ingreso de clérigos a la provincia sin autorización gubernamental, y poco tiempo después, se suprimió toda autoridad eclesial general sobre mercedarios y franciscanos. El gobierno fijó normas sobre la conducta de los frailes, expulsó a los que pernoctaban fuera de los conventos e inventarió los bienes de las distintas órdenes religiosas. También convirtió a la Recoleta en cementerio público.
Más allá del supuesto orden que se quería lograr, queda claro que a partir de estas medidas, podemos percibir una política que intenta ordenar y necesita controlar a los que podrían generar algún desorden. Hasta aquí la Iglesia tenía una autonomía bastante particular frente a las actividades y la figura del Estado.
La reacción de los hombres de la Iglesia no se hizo esperar, y hasta miembros de la Junta de Representantes presentaron dudas al proyecto. Pero a pesar de ello, el 18 de noviembre de 1822, la reforma se hizo efectiva. Entre tantas cosas, se secularizó a las órdenes monásticas, se declaró bienes del Estado a los de los conventos disueltos, se abolió el diezmo, y, podemos decir, “en compensación”, se comprometió a proveer a los gastos de la Iglesia. Las medidas que se aplicaban en el aspecto militar y eclesiástico, generaron cierto descontento en algunos de los “desplazados”. A comienzos de 1823 se dio un motín a cargo de algunos militares reformados en contra del gobierno y en nombre de la defensa de la religión. Aunque el mismo fue reprimido rápidamente, ya se comenzaba a percibir “un nuevo clima de debate público que hasta ese momento parecía estar adormilado” . A partir de aquí se dio un cambio en el espacio público porteño.
A raíz de esta medida concreta, se comienza a percibir en aumento distintos grupos que presentaban disconformidad con el nuevo gobierno. El reclamo de las Órdenes tuvo eco en estos sectores, principalmente entre los militares que sufrieron la reforma.

Continuará...

Bibliografía consultada en esta sección:

AAVV, Unitarios y Federales, Hyspamérica, Buenos Aires, 1987.

El Argos, Buenos Aires, abril de 1821 en Historia Visual de la Argentina, Capítulo 42 - “La Guerra contra el Brasil”, Clarín, Buenos Aires, 1998.

Historia Visual de la Argentina, Capítulo 42 - “La Guerra contra el Brasil”, Clarín, Buenos Aires, 1998.LOBATO, MIRTA, SURIANO, JUAN, “Nueva Historia Argentina”, Atlas Histórico, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1998.

TERNAVASIO, MARCELA, “Las Reformas rivadavianas en Buenos Aires y el Congreso General Constituyente (1820-1827)”, en GOLDMAN, NOEMÍ (Cdra.), “Nueva Historia Argentina”, Tomo III – Revolución, república, Confederación (1806-1852), Capítulo V, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1998.


martes, 13 de abril de 2010

Y si...el mundo en el que vivimos...

Al diplomático noruego Charung Gollar, le fue encargado presentar ante la ONU el mes pasado un gráfico, mostrando los principales problemas del mundo en el 2004. Presentó una serie de 8 gráficos titulada "El poder de las estrellas" y fue aplaudido por la simplicidad de la idea. Su trabajo, a pesar de no tener ninguna pretensión, fue presentado para participar en el Premio Nobel de Marketing Político.
Lo más importante es la leyenda de cada bandera (aunque está en portugués no hay problema a la hora de entenderlo).
La idea es simple ...

ACLARACIÓN: teniendo el cuenta el "diseño" del blog, el tamaño de las leyendas fue modificado con respecto al original, a fin poder presentar en pantalla cada uno de los mensajes de manera clara y legible.




lunes, 12 de abril de 2010

Mitos y verdades del 25 de Mayo

Lluvia, paraguas, escarapelas, movilización popular, el Cabildo, brazos en alto. La Revolución de Mayo se sintetizó en estas imágenes. A cinco años del Bicentenario, ni siquiera los historiadores más prestigiosos se ponen de acuerdo. Además, hay muchas contradicciones entre ellos. Algunos dirán que ese 25 de mayo de 1810 llovía y que se usaban paraguas importados de Londres. Otros opinarán lo contrario. Algunos aseguran que las cintas repartidas por French y Beruti tenían un color blanco, y otros dicen que sus colores eran diferentes. La representatividad de Moreno y Saavedra también está en juego. La tradicional imagen de "conservador" del coronel ahora está cuestionada. Las preguntas siguen y suman.

La Revolución de 1810 fue interpretada de diferentes maneras a lo largo de estos casi 200 años. Los historiadores de hoy actualizan la discusión: qué fue verdad, qué fue posible y qué fue imaginado. Veamos un poco e intentemos acercarnos a lo que probablemente pudo haber sucedido ese 25 de Mayo...

¿Por qué se celebra el 25 de Mayo como origen de la Patria?

"Los festejos por el 25 de Mayo comenzaron muy temprano, durante el propio proceso revolucionario. A imagen de las fiestas cívicas inauguradas por la Revolución Francesa, el 25 se convirtió en motivo de celebración cívica. Por lo tanto, ya desde un comienzo esta fecha cobró un lugar significativo en el imaginario político rioplatense. De hecho, los festejos por el 9 de Julio nunca pudieron rivalizar con las fiestas mayas —dice el doctor en Historia, Luciano De Privitellio, investigador del Conicet, la UBA y la Universidad de San Martín—. Cuando a partir de la generación romántica de 1837 se comenzó a imaginar la existencia de una Nación Argentina y de un pasado para ella, el 25 de Mayo debía ser la fecha por excelencia de su origen y nacimiento. Este día se convitió así en el nacimiento de la Nación."

¿Moreno o Saavedra? ¿Quién tenía más poder y representatividad?


"Saavedra es más pragmático, entre otras cosas porque tiene que hacerse cargo de las armas. Tenía un criterio más realista que Moreno. Lo que Saavedra intenta conciliar al mismo tiempo son los intereses de los pueblos que empezaron a llegar con sus representantes a Buenos Aires, muchos de los cuales estaban bastante lejos de coincidir con las posturas más jacobinas de Moreno", dice la doctora en Historia Marcela Ternavasio, profesora titular de Historia Argentina I en la Universidad Nacional de Rosario e investigadora del Conicet. En cuanto a la representatividad de Saavedra, la doctora Ternavasio afirma que al principio era muy grande pues tenía a los milicianos detrás de él. Y fueron los milicianos, según ella, los que impulsaron la realización del Cabildo Abierto del 22 de mayo y quienes presionaron para la salida del virrey Cisneros

También el historiador José Luis Busaniche, que se definía como un "demócrata liberal" y nada conservador, se inclina por pensar que el coronel tenía tras de sí a los sectores populares, mientras Moreno era un ideólogo jacobino que no entendía la realidad del Río de la Plata. Los jacobinos eran los seguidores de Maximiliano Robespierre, el líder de la Revolución Francesa, representante de los sectores más extremistas. Para Busaniche —autor de una monumental Historia Argentina—, el secretario era un hombre dogmático, heredero del pensamiento del francés Juan Jacobo Rousseau (uno de los teóricos de la Revolución Francesa), que hablaba "en nombre del pueblo". Busaniche resume: "La parte más popular y numerosa, la que no vestía de frac o de levita, se inclinó hacia el lado de Saavedra".

Los historiadores que defienden a un Saavedra líder popular recuerdan la revuelta que se produjo del 5 al 6 de abril de 1811. "Este movimiento tiene un componente popular muy diferente al que tuvo el del 25 de Mayo de 1810. En esta disputa facciosa entre morenistas y saavedristas, éstos traen de los arrabales a un número de personas muy importante, que pertenecen a sectores populares manejados por líderes milicianos. La elite es sorprendida por la irrupción de esta gente en la Plaza Victoria. Salvando las distancias, esta movilización del 5 y 6 de abril de 1811 fue una especie de 17 de octubre peronista", dice Ternavasio.

Busaniche narra así esos sucesos: "En la noche del 5 al 6 de abril se produjo una reacción popular que no provenía de los ''de fraque o levita'' sino de más abajo: gente del campo, de los arrabales y no pocos de la ciudad, simpatizantes de Saavedra, que veían al Presidente y a la Junta trabados en su acción por dos o tres vocales de Moreno, y miraban con malos ojos el espectáculo que soportaba la ciudad".

La Revolución de Mayo, ¿fue un movimiento popular o un golpe militar?

Privitellio destaca a dos instituciones fundamentales: el Cabildo y las milicias, conducidas por Saavedra, y dice que desde el mismo momento en que la crisis de la monarquía española acelera el conflicto político en el Río de la Plata, "el Cabildo se postula como uno de los candidatos a suceder al poder". Pero en esa época, el poder real lo tienen las milicias. Ningún historiador habla de un golpe militar, pero son muchos los que hablan de la "presión" que ejercieron los milicianos para desplazar al virrey Cisneros. "Son ellos los que apoyan inicialmente la convocatoria al Cabildo Abierto del 22 de mayo, y son los que no aceptan a la Junta nombrada por el Cabildo el 24 de mayo. Finalmente, son los que imponen a la nueva Junta el 25 de mayo".

Privitellio explica que los diversos cuerpos milicianos, formados durante la reconquista y defensa de Buenos Aires contra las Invasiones Inglesas, son fuerzas militares, más bien escasas, instaladas en Buenos Aires. "Hasta 1806, nadie hubiera elegido la carrera militar como vía de ascenso y prestigio. Pero todo eso cambia a partir de la invasión inglesa. La milicia que más se destacaba era la de Patricios, comandada por Cornelio Saavedra. Pero allí también estaban otros protagonistas de la Revolución, como Domingo French, que junto a José Antonio Beruti formaba parte del ala más radical del partido patriota (los futuros morenistas)".

¿Fue un fenómeno sólo porteño o de todo el virreinato?

"Un fenómeno totalmente porteño", responde la historiadora Ternavasio. Y agrega: "A partir de 1811, Buenos Aires se festeja a sí misma. Y esto dura hasta gran parte del siglo XIX. Es que Buenos Aires había sido la cuna de la Revolución". Los Cabildos del interior, tan lejos del Río de la Plata, se van enterando lentamente de la formación de la Primera Junta. Algunos se resisten a aceptar el "nuevo orden", como el de Córdoba; otros reciben la noticia con gran beneplácito, y otros nunca van a aceptar a las nuevas autoridades, "como Paraguay, y ni hablar de la Banda Oriental".

Años más tarde, Domingo Faustino Sarmiento, en su célebre "Facundo", recuerda las consecuencias de esa disociación, y escribe: "La guerra de la revolución argentina ha sido doble: 1) guerra de las ciudades iniciadas en la cultura europea contra los españoles, a fin de dar mayor ensanche a esa cultura; 2) guerra de los caudillos contra las ciudades, a fin de librarse de toda sujeción civil, y desenvolver su carácter y odio contra la civilización. Las ciudades triunfan de los españoles, y las campañas de las ciudades. He aquí explicado el enigma de la Revolución Argentina, cuyo primer tiro se disparó en 1810, y el último no ha sonado todavía".

El 25 de Mayo, ¿llovió o no llovió?

"Hay toda una discusión sobre si llovió o no llovió, si ya se habían importado paraguas de Londres o aún no... Es un tema que sigue siendo siempre objeto de discusión. Algunos historiadores van a dar por cierto que había paraguas y llovía, y otros van a decir lo contrario", comenta Ternavasio.

¿Qué rol jugó en la Revolución la jabonería de Vieytes?

De Privitellio dice que entre las costumbres del período "tardocolonial", se encuentra el de las tertulias, reuniones en los salones de las casas privadas en las que se conversaba largo y tendido sobre temas varios. Este tipo de reuniones, por cierto, involucraba a sectores acomodados de la sociedad. "A medida que la política irrumpe en la capital virreinal como una actividad novedosa (consecuencia a la vez de las Invasiones Inglesas y de la crisis de la corona española), estas prácticas de sociabilidad también se politizan". La fábrica de jabón, que pertenecía a Juan Hipólito Vieytes y Nicolás Rodríguez Peña, se convirtió en la sede de las reuniones de aquello que desde 1809 comenzó a ser llamado "partido patriota". La jabonería estaba en Tacuarí y Venezuela, y por allí desfilaban los patriotas, tejiendo ya las redes de la futura revolución.

Otro lugar de tertulia y conspiración fue la casa de Rodríguez Peña. Pero no son éstos los únicos lugares de sociabilidad que se politizan. Otro lugar es "el café de Marco, donde se juntaban los jóvenes intelectuales, casi todos ellos alumnos del colegio San Carlos, que no por casualidad quedaba frente al café. Y señala De Privitellio: "En este lugar, que a diferencia de los anteriores era público, se fue conformando la idea de la existencia de una verdadera ''opinión pública'', otra notable novedad para la ciudad de Buenos Aires. Ciertamente, todos ellos eran partidarios de la facción más extrema de los revolucionarios, aquellos que luego serán identificados como morenistas. A Saavedra, este café le parecía tan peligroso, que luego de los acontecimientos del 5 y 6 de abril de 1811 (una movilización popular en apoyo del Presidente de la Primera Junta, y en contra de los morenistas), ordenó a Juan Bautista Bustos que lo cerrara, y se detuvo a varios de los asistentes".

¿Cuáles eran los colores de las cintas que se distribuyeron en la Plaza?

Aquí también difieren los historiadores. Mientras para María Sáenz Quesada eran de color blanco, la doctora Ternavasio dice que las cintas tenían los colores rojo, color de la corona, y celeste, color de los Borbones". Y subraya: "Nadie, a esta altura, puede decir que ésos eran los colores de la Patria".

¿Cómo se convocó a los vecinos para que concurrieran al Cabildo Abierto del 22 de mayo?

Es el Cabildo como institución el que convoca al Cabildo Abierto. En una ciudad de 50.000 habitantes, se enviaron 450 esquelas a los vecinos más "respetables y destacados de Buenos Aires". Circularon alrededor de 450 esquelas, "pero asistió menos de la mitad", dice Ternavasio.

¿Cuál fue el papel que jugaron French y Beruti?

El lugar común les asigna el rol de "distribuidores" de las cintas. Pero tanto Domingo French como José Antonio Beruti fueron dos auténticos revolucionarios. French era un cartero que participó, junto a Juan Martín de Pueyrredón, en la organización de la milicia de los Húsares. "Allí ascendió a teniente coronel, y fue sin duda en esta condición que se destacó en la jornada del 25 de Mayo —explica De Privitellio—. Junto con Beruti, French (ver página 41) formaba parte del ala más radical del partido patriota (los futuros morenistas), y cumplían la importante misión de agitar las calles en favor de la salida política alentada por este grupo. Junto a otros jóvenes, se los llamaba ''Los Chisperos'', por su actividad agitativa".

Alberto González Toro. agonzaleztoro@clarin.com

domingo, 11 de abril de 2010

Glosario 1810 - 1816

A continuación presentamos un Glosario de palabras que, como podrán ver, tuvieron que ver con los hechos, situaciones y el desarrollo que se vivieron en ese período, tan particular y desicivo para el porvenir de nuestro territorio: el Río de la Plata. El mismo se presenta año a año y detalla brevemente cuál es la importancia del concepto, grupo, personaje o hecho para nuestra Historia.

Fuente: Sitio Oficial del Bicentenario

1810

Regimiento de Patricios: nació el 15 de septiembre de 1806, con motivo de la primera invasión inglesa al Río de la Plata. Como a los otros cuerpos urbanos formados, se le concedió el privilegio de elegir a sus propios oficiales. Fue el teniente coronel Cornelio Saavedra el primer jefe del Regimiento, y Manuel Belgrano fue electo sargento mayor. Su Cuerpo estaba compuesto por nativos de la capital del virreinato. Tuvo su bautismo de fuego el 5 de julio de 1807 defendiendo Buenos Aires durante la segunda invasión. Luego de la exitosa defensa se constituyo en la fuerza más poderosa de Buenos Aires. El Regimiento de “Patricios” estuvo presente en las jornadas de mayo de 1810 asegurando la ejecución de la voluntad criolla en aquellos días que culminaron con la constitución de la Primera Junta de Gobierno. Sus tres Batallones dieron origen al Ejército Argentino cuando la Primera Junta dispuso su creación el 29 de Mayo. Desde aquel momento participó en las jornadas decisivas de la guerra por la independencia (Suipacha, San José, Las Piedras, Montevideo y Tucumán), bajo las órdenes del General Belgrano.

Primer Gobierno Patrio (Primer Junta): El 25 de mayo de 1810 se conforma el primer gobierno patrio (conocida como La Primera Junta), presidido por Saavedra y acompañado por los secretarios y doctores Moreno y Paso. Entre los vocales se encuentran Belgrano, Alberti, Azcuénaga, Castelli, y los comerciantes Larrea y Matheu. El Partido de la Independencia domina la Junta.

La Revolución en el Interior: En el Interior, Córdoba es la primera en alzarse contra la revolución. Las autoridades (el intendente y el obispo), las milicias locales y el ex Virrey Liniers deciden resistir. El 20 de junio juran lealtad al Consejo de Regencia. La Junta envía una expedición con la orden de ejecutar a los cabecillas. El 8 de Agosto la expedición dirigida por Antonio González Balcarce llega a Córdoba. La resistencia es esporádica e ineficaz. Los dirigentes serán fácilmente apresados y fusilados en Cabeza de Tigre, camino a Buenos Aires. Mueren allí el Intendente Gutiérrez de la Concha, el Coronel Allende, y el ex Virrey Liniers, hasta hace no mucho aliando del Partido de la Independencia. Este duro desenlace, consolidará la revolución en todo el interior.

La Revolución en el Norte: Las tropas revolucionarias que acaban de asegurar el nuevo orden en Córdoba y Salta parten al Alto Perú. El 7 de noviembre de 1810 los criollos revolucionarios se hacen con una victoria en Suipacha, que les permite proyectar su poder en Alto Perú. El la primera victoria en la historia del ejército argentino. El 25 de noviembre, Juan José Castelli, vocal de la Junta y auditor de la guerra en reemplazo del moderado Vieytes, entra en Potosí. Su gravitación en la revolución del Alto Perú será importantísima: busca ganar nuevas adhesiones a la revolución arbitrando entre grupos sociales y étnicos, favoreciendo a los criollos contra los peninsulares y ofreciendo la innovación radical de la emancipación del tributo y los servicios personales a los nativos. A largo plazo, la política indígena duramente cuestionada por los criollos de clase alta, facilitaría sin embargo la creación de focos de resistencia tras la línea realista que debilitaría mucho la capacidad ofensiva de los ejércitos del rey. Entre estos focos de resistencia, el más destacado fue el de las Amazonas de Juana Azurduy. El ejército revolucionario descubrió pronto que no estaría en condiciones de avanzar más allá de Desaguadero. El 20 de junio de 1811, los realistas propinan una derrota total al ejército patrio en Huaqui. El Alto Perú estaba totalmente perdido. Viamonte dirige la retirada hasta Salta. Allí lo reemplazará primero Pueyrredón y finalmente Belgrano. Belgrano recibe los restos de un ejército. La rebelión de Cochabamba le permite reorganizarlo. Sofocada ésta, los realistas avanzan hacia el sur. Belgrano se retira llevándose consigo toda la riqueza trasladable y una parte de la población de Jujuy. El 3 de septiembre, en las Piedras, los revolucionarios obtienen una inesperada victoria. Belgrano, desobedeciendo las instrucciones que le imponen retirarse hasta Córdoba, decide resistir en Tucumán. El 24 de septiembre obtiene una nueva victoria en Campo de las Carreras. Las fuerzas realistas se refugian en Salta. El 20 de febrero de 1812 el ejército patriota vence en Salta a las fuerzas realistas. Luego de la victoria Belgrano y San Martín comienzan a plantear la necesidad de adoptar una estrategia defensiva, golpeando al enemigo en forma indirecta, y evitando así el desastre de la confrontación directa. Sin embargo, la lógica ofensiva prima en Buenos Aires. Belgrano, obedeciendo, envía a la vanguardia de su ejército que sin problemas controla Potosí. El 1 de octubre de 1813, tras 27 horas de combate, las fuerzas de Belgrano son vencidas en Vilcapugio. Belgrano se propone defender el dominio de Potosí. La batalla de Ayohuma termina en un desastre total. Belgrano se retira a Tucumán y los realistas toman Salta, para establecerse finalmente en Cotagaita. San Martín reemplaza unos pocos meses a Belgrano en el Ejército del Norte. Con la salida de San Martín llega al generalato Rondeau. En enero de 1815 el nuevo comandante toma la ofensiva. El resultado es un nuevo desastre: el 29 de noviembre de 1815, en Sipe-Sipe, el ejército revolucionario es nuevamente deshecho y el Alto Perú nuevamente ganado por el poder realista. A partir de esa derrota, la revolución decide adoptar la estrategia de San Martín: es el fin de las ofensivas en un teatro en dónde parece imposible alcanzar una victoria.

Las Amazonas: Juana Azurduy formó y adiestró a un escuadrón único en la historia de las guerras por la independencia latinoamericana. Una fuerza combativa conformada por mujeres nativas, a las que su jefa denominó “Las leales”. Juana recorrió los ayllus convocando voluntarios para unirse a la lucha por la independencia y por la libertad, convenciendo a los hombres y a muchas mujeres, que luego constituyeron el cuerpo de amazonas, armados de hondas, palos y flechas. Junto a Manuel llegaron a reunir diez mil soldados. Los Padilla Azurduy se presentan a fines de 1811 ante el general Belgrano, que entendió que eran dos valiosos colaboradores y los integra a sus fuerzas. Cuando las guerrillas fueron aniquiladas, Juana se dirigió al sur, a encontrarse con Güemes que la recibió con gran admiración y le asignó funciones de mando como teniente coronela, con uso del uniforme, como jefa de la rebelión contra los españoles y en mérito a su labor por la independencia.

1811

El triunvirato y la concentración del poder político: La guerra revolucionaria obligará a la Junta a renunciar a la idea de presentarse como heredera más bien que como adversaria del antiguo régimen. Se tratará en delante de la creación de un nuevo orden. Dentro de la Junta, el promotor de este ideario jacobino es Moreno. Desde la Gaceta de Buenos Aires, Moreno ofrecerá una teoría y una línea política para la revolución. Una teoría basada en los principios de la democracia, tal cual la revolución francesa y el contrato social de Rousseau habían explicitado. Una política basada en la renuncia a toda ilusión sobre la provisionalidad de los enemigos, orientada hacia la lucha, y con una concepción de avanzada sobre el orden social. Los jefes militares, en particular Saavedra, serán partidarios de una idea más tradicional, moderada y ordenada de revolución. Esto creará una escisión en la Junta. Un pequeño incidente el 19 de octubre de 1810 hará estallar el conflicto. Moreno hace aprobar un decreto de supresión de honores del presidente, que no sólo despoja a Saavedra de esas honras, sino que hace que la comandancia militar deje de ser unipersonal y recaiga en la Junta. La reacción de Saavedra no se hace esperar. Con la alianza de los diputados del interior, convoca a la Junta Grande, que nace el 18 de diciembre de 1810. Los diputados del interior tienen por jefe al cordobés deán Gregorio Funes. La nueva Junta decide enviar a Moreno a una misión diplomática a Europa, en el curso de la cuál morirá antes de llegar a destino, en un episodio confuso. A continuación, la Junta es depurada: French y Beruti son detenidos, Belgrano es enviado a juicio. Esta serie de maniobras irregulares crean un problema de legitimidad, que es además agravado por las derrotas en el Alto Perú. Entre el 12 y el 19 de septiembre de 1811, una agitación viva domina Buenos Aires. Comienza a circular en las calles un petitorio que reclama un Cabildo Abierto. Saavedra es desterrado. El 22 de septiembre se produce la concentración de poder: se constituye un Triunvirato, integrado por los diputados Feliciano Antonio Chiclana y Juan José Paso, y el más votado de los apoderados del pueblo, Manuel de Sarratea. El 7 de noviembre, después de una tensa relación, el Triunvirato disuelve la Junta. Los triunviros tienen como primera tarea normalizar el clima de los regimientos que han sido el sustento militar de la Junta. Para ello, ponen a Belgrano al frente del primer regimiento de Patricios, que se subleva ante la tentativa de imponerle disciplina. Vencida la sublevación, una reforma militar amplia termina por diezmar el poder de estas milicias urbanas que han dominado la escena política desde 1807.

La Revolución en el Este: En el Este está Montevideo, la preocupación principal del gobierno revolucionario. Allí está instalada una guarnición naval realista que posee supremacía en esa técnica militar. Montevideo controla así los ríos y bloquea a Buenos Aires. La Banda Oriental se transforma en la amenaza más seria a la revolución.
A comienzos de 1811, los españoles toman una decisión que tendrá exactamente el efecto contrario al buscado: solicitan la validez de los títulos de propiedad de los campesinos, con la intención de amedrentarlos, pero con el resultado de crear un profundo malestar en las áreas rurales. En este contexto, en enero de 1811 José Gervasio Artigas, capitán de los Blandengues se fuga de Colonia para ofrecer sus servicios a la revolución. A su mando, el 26 de febrero de 1811 el grito de Asencio da comienzo a la revolución oriental. La ciudad realista enfrenta a la campaña revolucionaria. Se produce el gran éxodo del pueblo oriental, como muestra de descontento: las cuatro quintas partes de la población de la campaña se retiran a Entre Ríos.
En diciembre de 1813, Buenos Aires decide dar disputa por el dominio de los ríos a los realistas apostados en Montevideo. El secretario de Hacienda, Juan Larrea, encarga a su amigo, el comerciante norteamericano Guillermo Pío White, que compre naves y pertrechos. Logra reunir así siete buques con 98 cañones. Se preparan además unos seiscientos hombres. Al frente de ellos estará Guillermo Brown, un irlandés marino. El 15 de marzo de 1814, la escuadra revolucionaria toma la isla Martín García. El 15 de abril bloquea Montevideo. El 16 y 17 de mayo obtiene la victoria decisiva del Buceo. El sitio naval se refuerza ahora con el sitio terrestre. Alvear llega de Buenos Aires con quinientos refuerzos y reemplaza a Rondeau. El gobernador realista Vigodet se muestra dispuesto a negociar. Alvear le exige rendición. Esta se firma el 20 de junio de 1814. Montevideo ha dejado de ser la amenaza realista incrustada en el corazón mismo del Río de la Plata. Sólo queda ahora encontrar una fórmula definitiva para Artigas.
Buenos Aires vuelve a optar por el camino de afirmar su supremacía. La respuesta es entonces guerra interna. Artigas, establecido en Belén (Misiones) lanza su fórmula política: la Confederación de Pueblos Libres. Rápidamente gana el apoyo de Entre Ríos y Corrientes. Artigas es declarado protector de los Pueblos Libres. En 1815, la idea artiguista gana un aliado estratégico clave: Santa Fe. Córdoba le sigue. Igual de importante, la Banda Oriental se torna artiguista. Alvear intentará una última solución militar contra la disidencia del litoral. Envía para ello a las fuerzas nacionales comandas por Álvarez Thomas. Éste se subleva el 13 de abril de 1815 en Fontezuela. Abre negociaciones con Artigas. El 15 estalla una revolución en Buenos Aires. El 17 Alvear renuncia y se exilia en Inglaterra.

1812

La Sociedad Patriótica: Desde enero de 1812 se viene reuniendo la Sociedad Patriótica, dónde se concentran morenistas, y que tiene como portavoz al carismático doctor tucumano Bernardo Monteagudo. Se conforma como un verdadero club revolucionario francés. Primero a través de la Gaceta (suprimida por orden de Rivadavia), luego a través de Mártir o Libre y Grito del Sud, La Sociedad lanza una crítica abrumadora a la tibia y moderada política oficial.

La Logia: Desde fines de 1811 se viene avanzando en la creación de un ejército profesional, al influjo de la presencia en Buenos Aires de San Martín, Alvear, y otros oficiales regios. Estos oficiales, organizan una logia en Buenos Aires: la Logia Lautaro. La Logia se pondrá como objetivos mejorar la suerte militar de la revolución a la vez que influir en el gobierno local para transformarlo en un mejor servidor de los intereses de la revolución. Este doble objetivo los aproxima naturalmente con la Sociedad Patriótica, dando origen a una nueva alianza de poder.

1813

La Asamblea del Año 13: El propósito era proclamar la independencia y redactar la Constitución del nuevo Estado. Las divisiones impidieron ambas tareas. No obstante, durante esta Asamblea se establecieron una serie de resoluciones institucionales importantes: se estableció el escudo nacional argentino; se dictó la libertad de vientres de las esclavas; se eliminó el sistema de mayorazgos y títulos de nobleza; se libró a los indígenas de la obligación de pagar tributo; se mandó a acuñar la moneda nacional; se abolió la inquisición y la práctica de la tortura; se puso fin al tráfico de esclavos.

1814

El Director Supremo, Alvear y la Patria Chica: La alianza entre la Sociedad Patriótica y la Logia en torno al Triunvirato se quiebra con la ruptura de la unidad al interior de la Logia. La tendencia que reconocía como inspirador a San Martín, y que estaba cercana a los objetivos originarios (patria grande – guerra externa), se enfrenta con la de Alvear, que veía en la Logia un instrumento para ser utilizado y confinado en el estrecho margen geográfico del Río de la Plata, renunciado a la intensificación de la lucha revolucionaria fuera de Buenos Aires, al tiempo que se limitaban los objetivos revolucionarios (patria chica – negociación externa). A lo largo del 1813 y 1814, las victorias de la segunda tendencia son innegables. Así, Alvear toma la iniciativa en 1814 de proceder a la concentración del poder. El Triunvirato deja paso a un Poder Ejecutivo Unipersonal. La Asamblea elige para ocuparlo a Gervasio Antonio Posadas, tío de Alvear. Alvear se transforma en la figura dominante del régimen: el 9 de enero de 1815 es elegido nuevo Director Supremo. Su enfrentamiento con el Partido Federal del Litoral, bajo el liderazgo de Artigas, terminarán por disolver su poder político. La fórmula que patrocinó, “patria chica y negociación”, como bien le había sugerido San Martín, se plasmaría como patria chica – guerra interna. Así, Alvear terminó por generar dos frentes de guerra, una externa con los realistas, y otra externa con aliados naturales como el Partido Federal del Litoral. Asimismo, su idea de patria chica consolidó la fragmentación de las fuerzas revolucionarias, y debilitó su poder de negociación internacional. El 17 de abril de 1815 Alvear parte al destierro y la Asamblea se disuelve.

1815

El Congreso de Tucumán y Juan Martín de Pueyrredón: Pueyrredón enfrentará una serie de situaciones irresueltas altamente complejas: la disidencia del litoral y la amenaza realista en el norte, en el contexto de la restauración de Fernando VII. En este contexto general, el nuevo Director Supremo asume un compromiso de avanzada: en su camino a Buenos Aires se entrevista en Córdoba con San Martín. Ambos han sufrido la postergación del Alvear. Allí, Pueyrredón se compromete a apoyar la campaña del libertador americano. Para ello, Pueyrredón se incorpora a la resurrecta Logia. Surge así una nueva política revolucionaria. Los éxitos militares del nuevo régimen son considerables: el nuevo gobierno logra encerrar la disidencia del litoral federal en su litoral originario. Pueyrredón logra además mitigar las diferencias cada vez más profundas entre el interior y Buenos Aires, diferencias acentuadas por Alvear, y que están en la raíz histórica del anti-porteñismo emergente. Las reformas en las intendencias introducidas en 1814 (que crean cuatro en el interior: Salta, Tucumán, Córdoba y Cuyo) ofrecen un marco para que sectores de arraigo local sean integrados en la fórmula política. El 9 de Julio de 1816, ante el pedido de San Martín, el Congreso de Tucumán declara la Independencia. No es el único logro del Congreso. El mismo, asegura el retorno de la Rioja al Gobierno Nacional. Es un nuevo pacto de gobernabilidad que otorga poder y autonomía a las provincias, un germen antecedente de federalismo. Córdoba le sigue a la Rioja, y abandona la liga artiguista. Así, liderazgos emergentes establecen un nuevo pacto de gobernabilidad nacional: San Martín en Cuyo, Güemes en Salta, Funes en Córdoba, y Aráoz en Tucumán. La independencia no logra resolver el problema de la forma de gobierno que queda postergada. El Congreso se traslada en 1817 a Buenos Aires para cumplir mejor sus funciones de auxilio y asesoramiento. El Gobierno de Pueyrredón sufrirá sin embargo de la antipatía porteña. Una nueva modalidad política emerge en la capital: una campaña de chismes e insidias, que tiene por origen las tertulias whig de la casa de Sarratea, con la animación de su hermana doña Melchora, desarrollará una intensa y sutil campaña de desgastamiento del gobierno porteño. En 1818 y 1819, el régimen parece quebrarse como consecuencia de sus esfuerzos: la guerra ha desgastado el aparato productivo, y la legitimidad empieza a desvanecerse. Pueyrredón renunciará el 9 de junio de 1819.

1816

Güemes y los Infernales: el 22 de marzo se firma el Pacto de los Cerrillos, por el que el Gobernador de la Salta Güemes, es aceptado como legítimo por el gobierno nacional. Desde Mendoza, San Martín celebra el desenlace como la victoria más importante de la
larga batalla. Desde ahora, Güemes, que impone en la clase alta salteña el costo de la guerra, se entiende admirablemente con el Congreso y el Directorio. El caudillo salteño, apodado el Artigas del norte, desempeñará una función esencial. Con los recursos de su provincia, apoyados con moderados auxilios del gobierno central, será responsable de defender contra los realistas el punto cardinal del Río de la Plata revolucionario. Güemes, que se reúne con San Martín en 1814, adopta su estrategia defensiva. Cada año, a partir de 1817, Salta conocerá una invasión realista, y cada año esa invasión terminará con una resistencia victoriosa y con la retirada de las fuerzas españolas. Güemes utiliza para ello guerrillas gauchas que se refugian en la campaña y aíslan la ciudad.

La Revolución en los Andes: desde 1814 San Martín había advertido la esterilidad de los intentos de ofensiva que buscaba quebrar directamente la resistencia realista en el Perú. Juzgaba posible en cambio reforzar la revolución chilena que agonizaba, para unir los recursos del Río de la Plata y Chile y atacar directamente, por mar, el núcleo mismo del poder español en Lima. San Martín encontró finalmente en Pueyrredón el interlocutor que no había encontrado hasta entonces. En 1814, los jefes de la revolución chilena se refugian en Mendoza. Es la oportunidad que esperaba San Martín, entonces intendente de Cuyo, marginalizado por Alvear. En la rivalidad de los revolucionarios chilenos, San Martín define una alianza con el moderado Bernardo O’Higgins en desmedro de los jóvenes y radicales hermanos Carrera. A partir de entonces, comienzan tres años de preparación. A lo largo de ello se forma el Ejército de los Andes. En 1815 el nuevo ejército cuanta con 1634 infantes, mil jinetes, más de doscientos artilleros y diez cañones. El gobierno central no censura la empresa, pero se interesa poco por la misma contribuyendo escasamente con recursos. San Martín no se da por vencido y adopta una estrategia de maximizar los recursos locales. En Mendoza se vuelve a fabricar pólvora y piezas de artillería. En San Luis se confeccionan los uniformes. El ganado y la cabalgadura se compran localmente. Los recursos financieros provienen también de la economía local, poniendo el peso en los peninsulares. Todo este esfuerzo San Martín lo hace sin afectar la economía local, condición de su legitimidad. En 1817 comienza el cruce de la cordillera, con la estrategia que San Martín llama guerra de zapa, destinada a alarmar el enemigo y a impulsarlo a preparaciones defensivas inadecuadas. Así, San Martín abruma al enemigo con falsas noticias, utilizando al máximo la ventaje que significa poder elegir el lugar del ataque a través de una extensa frontera, mientras el defensor debía necesariamente dispersar sus fuerzas a lo largo de ella. Finalmente, el ataque se lleva a cabo sobre la línea más obvia (la de menor distancia entre Mendoza y Santiago de Chile, por el camino de Uspallata), pero contempla expediciones secundarias en varios frentes, con la intención de retardar la reunión de las fuerzas realistas. San Martín lleva el arte de la guerra a un punto de perfeccionamiento técnico desconocido en el Río de la Plata. El 12 de febrero de 1817 San Martín dirige un doble ataque contra la línea central realista en la Cuesta de Chacabuco. O’Higgins ataca por el frente y Soler lo hace por el costado. Los patriotas americanos se llevan una victoria total. Los realistas se retiran al sur. Allí transforman el Puerto de Talcahuano en un campo atrincherado. El fuerte es reforzado con la alianza realista con los araucanos y con la expedición venida de Alto Perú. A partir de ello, los realistas toman la ofensiva y fuerzan a las fuerzas revolucionarias a retirarse hasta Santiago. Allí se desatan el 24 de marzo de 1818 las Jornadas de Maipú. La victoria de los patriotas es nuevamente total, y tiene el efecto de persuadir a los realistas de la inutilidad de nuevas incursiones desde el Alto Perú. Chile es ahora revolucionario. Con esta victoria, San Martín comienza a preparar la empresa peruana. La misma requiere en primer lugar de una marina. Desde noviembre de 1818 lord Cochrane –un noble irlandés de carrera naval- se encuentra en Valparaíso como almirante de la flota chilena. En febrero de 1820 Cochrane logra el más importante de sus éxitos, tomando el puerto realista de Valdivia. Fracasa en cambio para tomar Chiloé. San Martín se avoca a la organización de las fuerzas expedicionarias. Dos veces se rehúsa ante el pedido del gobierno central de Buenos Aires a volver sus fuerzas contra la guerra civil del Río de la Plata. Para él, la guerra debía de ser externa. En marzo de 1820, el poder central se derrumba. San Martín presenta ante su ejército la renuncia. El 2 de abril en Raconcagua, los oficiales del ejército de los Andes, declaran que se rehúsan a elegir sucesor: “la causa de la investidura no es la autoridad caída, sino la salud del pueblo que es inmutable”.

viernes, 2 de abril de 2010

1820: La Felíz Experiencia - Reformas (Parte 1)

En la última presentación del tema, nos dedicamos a introducirnos en el contexto en el que se dan las primeras medidas de lo que se conoció como la "Felíz Experiencia",período de apogeo de la Provincia de Buenos Aires para 1820. En esta instancia, abordaremos las reformas concretas que tuvieron lugar en aquel entonces e intentaremos conocer sus consecuencias.
Veamos qué proponían las reformas más significativas.



En primer lugar, podemos decir que se hallaban todas aquellas medidas que, directa o indirectamente, contribuían a la formación y consolidación de la nueva clase ganadera a la que nos referíamos al inicio. Así abordaremos la política de fronteras, que incorporó las tierras hasta las sierras del Tandil o la seguida que implico la distribución de esas tierras mediante el sistema de enfiteusis, que como veremos, aseguraba bajos costos y evitaba los riesgos de especulación. También se entregó a los hacendados en control del aparato policial, judicial, militar y hasta electoral de las respectivas zonas de influencia mediante el establecimiento de los jueces de paz, los comisarios y el sistema de milicias. Y aquí podemos ver una medida doblemente efectiva: entregar el control a los hacendados y, a la vez, disciplinar a la masa de gauchos en la labor de la mano de obra rural, que necesitaba esta misma clase ganadera. Entre ellas tenemos las medidas que directamente hacían a la formación de esta nueva clase.
En segundo lugar y de igual forma, también se dieron otras que “estaban dirigidas a crear un marco Institucional propicio para la expansión de esta clase” . A continuación abordaremos detalladamente cada una de ellas.
En noviembre de 1821 fue aprobada la Ley de reforma militar que pretendía reducir un gasto y reorientar las fuerzas militares a nuevas metas. Establecía expresamente que los oficiales que tuvieran entre cuatro y veinte años de antigüedad se retiraban con la tercera aparte de su sueldo; los que tuvieran entre veinte y cuarenta, recibirían la mitad y con más de cuarenta años, recibían la totalidad de su sueldo. A cada oficial retirado se le entregaba el equivalente a veinte sueldos, en títulos del recién creado Crédito Público del Estado. En virtud de esta Ley, fueron retirados 250 oficiales. Entre ellos, algunos de los más renombrados de la oficialidad revolucionaria. Podemos creer que de esta manera se intentaba poner trabas y límites a miembros con posibilidad de levantarse y reclamar, lo que presentaría un riesgo para el orden que se pretendía. De esta manera lo que logró la reforma, fue crear un grupo de oficiales retirados muy disconformes y con dificultades económicas en varios casos. Así ya encontramos a un grupo de adversarios del gobierno. Pero veamos algo interesante. Esta reforma también tuvo su repercusión desde otros puntos de vista. Con el saneamiento del ejército, el nuevo gobierno sí lograba efectivamente reducir un gasto militar importante. Como el ejército se había reducido por la reforma, eran insuficientes las tropas y se debió agregar al ejército regular cuerpos milicianos, urbanos y rurales. Dirá Romero que “los primeros raramente se reunieron; pero la necesidad de la lucha y vigilancia en la frontera obligó a recurrir a las milicias rurales” . O sea, se conseguía recuperar fondos militares a costa de la baja, pero a pesar de ello se conseguía fortificar el resguardo de la frontera, y así el resguardo de los intereses de la clase terrateniente, con este ejército de milicianos. De este modo la reforma militar, como ya lo anunciábamos, cumplía varios fines: aliviar el presupuesto provincial, destinaba la tropa al cuidado de la frontera y así, a través del fortalecimiento del aparato de las milicias, se daba una fuerza importante al cuidado de los intereses de los hacendados.
Pero por otra parte, este beneficio, podemos decir, “por partida doble”, también implicaba un nueva política exterior cuidadosa, que impidiera a la provincia verse envuelta en nuevos conflictos bélicos.
Seguidamente, para llevar adelante la reforma administrativa el principio en el que se basó el Estado, se construyó sobre la idea de la centralización del poder en el gobierno suprimiendo “los cuerpos privilegiados que se movían separadamente dentro del mismo Estado”. Dentro del cuerpo de estas “reformas administrativas” se eliminaron, según esta premisa, magistraturas como el Cabildo, se reformó la Justicia con la abolición del Consulado, se creó un sistema de enseñanza pública, se fomentaron las artes, la ciencia y la cultura y se llevó adelante la Reforma eclesiástica, suprimiendo varios conventos y secularizando a los regulares. Veamos a continuación cómo se implementaron cada una de ellas.
A partir de la instalación de la Sala de Representantes, los Cabildos ya estaban destinados a desaparecer. Ambas instituciones no podían convivir juntas, ya que se sabía que esta convivencia no se daría sino en un marco de permanente conflicto, aunque no se manifestó ningún tipo de oposición ante la medida. Ni siquiera desde los miembros del Cabildo. “Sólo algunos cuestionamientos en el interior de la Junta intentaron evitar una medida tan drástica” (BIB 4 – p170)
Pero veamos otra cuestión que tiene que ver con la eliminación del Cabildo, medida que contó con la influencia de esta Sala por supuesto. Goldman dirá que “la rivalidad entre los cabildos y las Salas no derivó exclusivamente en la superposición de jurisdicciones, sino en el hecho de ser dos instituciones de naturaleza histórica diferente. Mientras el Cabildo era expresión del status de la ciudad, de acuerdo con el ordenamiento comunal hispánico, la legislatura representaba con carácter de ciudad o campaña, a la nueva entidad política `provincia`” . Podemos decir que con la transformación se abolían nos antiguos privilegios coloniales, pero se legitimaban otros nuevos. Ahora no habría Cabildo que podía cuestionar la autoridad constituida y menos Cabildo Abierto que podía desordenar y movilizar al pueblo. Otra razón de peso era que el Cabildo se organizaba desde la ciudad y no había representatividad para la campaña.

Continuará...

Bibliografía consultada en esta sección:

AAVV, Unitarios y Federales, Hyspamérica, Buenos Aires, 1987.

El Argos, Buenos Aires, abril de 1821 en Historia Visual de la Argentina, Capítulo 42 - “La Guerra contra el Brasil”, Clarín, Buenos Aires, 1998.

Historia Visual de la Argentina, Capítulo 42 - “La Guerra contra el Brasil”, Clarín, Buenos Aires, 1998.LOBATO, MIRTA, SURIANO, JUAN, “Nueva Historia Argentina”, Atlas Histórico, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1998.

TERNAVASIO, MARCELA, “Las Reformas rivadavianas en Buenos Aires y el Congreso General Constituyente (1820-1827)”, en GOLDMAN, NOEMÍ (Cdra.), “Nueva Historia Argentina”, Tomo III – Revolución, república, Confederación (1806-1852), Capítulo V, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1998.



Una prioridad en la agenda Política Argentina

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CUADRO DE REINADOS Y DINASTÍAS - Edad Moderna

Queridos alumnos: estoy subiendo al Blog el cuadro de Reinados y Dinastías que les va a permitir entender quién reinaba al mismo tiempo en los distintos estados durante la Edad Moderna.
Espero les sirva y lo aprovechen...

REVOLUCIÓN FRANCESA - Presentación

Queridos alumnos y alumnas: acá tienen a su disposición el archivo la Presentación de la Revolución Francesa que estaré usando en clases en estos últimos días.
Espero les sirva y lo puedan ver, para comprender mejor el proceso.
Éxitos!!!

Documental "Andresito": ¿Quién fue?